Mujer. Motor
Motor. Después de muchos, muchísimos años en segundo plano, la mujer en Mozambique está recuperando su merecido protagonismo. El país tiene una deuda con sus mujeres. Madres, abuelas, hijas, hermanas; cabezas del hogar, de la familia, de la comunidad... Distintos roles, una misma mujer. A pesar de las dificultades del día a día, se mantienen fuertes. La mujer en Mozambique es lo que mueve al país. Tesón, trabajo (mucho trabajo), concienciación, esfuerzo... hacen que sitúen a la mujer en una posición cada vez más esperanzadora. Nadie duda de que la mujer en Mozambique es una heroína. Como si se tratase del legado dejado por Josina Machel, segunda esposa de Samora Machel, primer presidente del país, y por la que cada año se celebra, el 7 de abril, el Dia da Mulher Moçambicana. Queda mucho camino por recorrer, pero la mujer mozambiqueña se abre paso.
Vendedoras esperando a la llegada del tren en la inmediaciones de Cuamba, provincia de Niassa
Omnipresente.
En el ámbito urbano, la mujer está en todos lados. En oficinas, en los mercados, da igual la edad... casi siempre ellas corren con el peso de la responsabilidad. En el ámbito más rural, otro tanto de lo mismo; ellas son las que cargan con las bananas o los largas varas de caña de azúcar, las que trabajan en el campo y llevan el peso de la unidad familiar, normalmente con un importante número de hijos. Ellas con la clave del país. Mozambique le debe mucho a sus mujeres.
La mujer en Mozambique es una incansable trabajadora