¿Por qué Mozambique?
Lisboa. Año 2004. Decir que para un europeo un viaje a Mozambique comienza, en realidad, en Lisboa no es sorprendente, ya que todos sabemos de las relaciones naturales, históricas y actuales de Portugal con el país africano, del que fue colonia hasta 1975. Lo cierto es que este viaje comenzó hace años, sin yo saberlo. Fue en 2004, cuando estudiando en Lisboa aprendí a mirar a África desde la lusofonía. Mi primer contacto con Mozambique fue en la Universidade de Lisboa. En los edificios anexos a mi Faculdade de Letras. Era donde cada día mujeres, de raíces africanas, acudían -por entonces- para buscar trabajo o arranjar papéis. Por lo tanto, mi acercamiento a Mozambique fue a través de la numerosa colonia de mozambiqueños de Lisboa, de sus mujeres (después sabría de la fuerza y singularidad de la mujer mozambiqueña y, en general, de la africana). En aquella época, todo era objeto de mi curiosidad: su forma de relacionarse, sus vestimentas, sus lenguas... para mí, todo nuevo. Una poderosa imagen, suficiente para llamar mi atención.
Vuelvo a Lisboa año tras año, percibo sus cambios en tan poco tiempo, debido fundamentalmente al boom turístico e inmobiliario, no sé si buenos o malos, no sé si me gustan o no... pero una cosa permanece inalterable... la huella de Mozambique en la ciudad y en el país. Conocí Lisboa antes de estar en Mozambique, la conocí viajando a Mozambique y la reconocí después de viajar al país africano... sin lugar a dudas, Lisboa no solo es la ciudad más mozambiqueña fuera de sus fronteras... Sino que también es la ciudad más africana de Europa. Y el comienzo de este viaje.